Cristina Fernández de Kirchner publicó en
su página web oficial el correo enviado a Ban Ki-moon, Secretario
General de la ONU en relación a la Resolución 68/304 de la AGNU, sobre
los procesos de reestructuración de deudas soberanas y la irrupción de
esta agenda dentro del marco de los países del G-77 + China por parte
del gobierno actual.
En el inicio, Fernández de Kirchner hace
un racconto de las distintas etapas en la batalla contra los fondos
buitres hasta llegar a la aprobación de Resolución 68/304 de la AGNU:
“La República Argentina ha dado en los
últimos años una durísima batalla contra fondos altamente especulativos,
conocidos comúnmente como “fondos buitres”. Esa batalla ha tenido
distintos capítulos tanto judiciales como diplomáticos, en cuyo marco
Argentina, apoyada por una gran mayoría de los países del mundo, ha
intentando avanzar en una regulación de los procesos de reestructuración
de deudas soberanas ante el vacío legal construido paso a paso por los
fondos buitres desde hace más de 30 años, con la ayuda de jueces
cómplices y cortes amistosas a los ilegítimos reclamos de este grupo de
especuladores”.
Los avances en el marco de la agenda de los países del G-77 + China:
“En septiembre de 2014 fue aprobada la
Resolución 68/304 de la AGNU, en donde se decide “elaborar y adoptar (…)
un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de
deudas soberanas (…) de modo de incrementar la eficiencia, estabilidad y
predictabilidad del sistema financiero internacional con el objetivo,
entre otros, de lograr un crecimiento económico sostenido, inclusivo y
equitativo y un desarrollo sostenible, de acuerdo con las circunstancias
y prioridades nacionales”. Dicho mandato fue aprobado con el voto
positivo de 124 países, con sólo 11 votos en contra y 41 abstenciones”.
“En diciembre de 2015, la AGNU aprobó sin
votación la Resolución 70/190, en donde “decide dedicar un acto
especial de la Segunda Comisión en el septuagésimo primer período de
sesiones de la Asamblea General a las enseñanzas extraídas de las
medidas legislativas adoptadas por ciertos países y otras medidas
adecuadas para reducir la vulnerabilidad de los soberanos a los
acreedores inflexibles”, alienta al Consejo Económico y Social a que
“examine formas de mejorar la reestructuración de la deuda soberana” y
solicita al Secretario General que “le presente un informe sobre la
situación de la presente resolución y que incluya en él un análisis
amplio y a fondo de la situación de la deuda externa de los países en
desarrollo y opciones de enfoques perfeccionados respecto de la
reestructuración de la deuda y los mecanismos para su solución.”
Situación actual:
“Sin embargo, luego de estos
importantísimos avances que tuvieron lugar dentro de la organización que
Usted preside, la discusión ha perdido momentum. Particularmente,
entiendo que ello tiene como principal causa que, luego del cambio de
gobierno de diciembre de 2015, mi país ha dejado de impulsar esta agenda
dentro del marco de los países del G-77 + China. La nueva gestión a
cargo del Presidente Mauricio Macri decidió dejar de lado el excelente
trabajo realizado, los importantes logros obtenidos y la agenda de
tareas propuesta a futuro en esta temática, a partir de una nueva
concepción de la vinculación de la Argentina con el mundo, caracterizada
por la aceptación pasiva de las reglas de juego impuestas por los
grandes poderes internacionales, sean estos las grandes potencias o las
corporaciones globales”
“El “acuerdo con los hold-outs” -al que prefiero referirme como
capitulación ante los “fondos buitres”- logrado en abril del presente
año, en virtud del cual estos fondos altamente especulativos lograron su
cometido de obtener ganancias usurarias de más del 1.000%, es una clara
expresión de este cambio de rumbo en la política exterior y en la
política económica de nuestro país.
Sin embargo, tal como 136 países lo han reconocido y ratificado en septiembre del año pasado en la histórica votación que aprobara los mencionados “Principios básicos”, los efectos dañinos de las estrategias de los fondos buitres son extensivos a todas las futuras restructuraciones de deuda soberana. Las estrategias predatorias de los fondos buitres desalientan la participación en las restructuraciones de deuda, ya que le dan el mensaje equivocado a los acreedores de buena fe de que eventualmente van a cobrar el 100% de sus créditos.”
Sin embargo, tal como 136 países lo han reconocido y ratificado en septiembre del año pasado en la histórica votación que aprobara los mencionados “Principios básicos”, los efectos dañinos de las estrategias de los fondos buitres son extensivos a todas las futuras restructuraciones de deuda soberana. Las estrategias predatorias de los fondos buitres desalientan la participación en las restructuraciones de deuda, ya que le dan el mensaje equivocado a los acreedores de buena fe de que eventualmente van a cobrar el 100% de sus créditos.”
Fuente: La García