“Moldes vino a intentar coimearme” y le ofreció
a cambio de una valija de dolares que digitara la privatización de Canal 11 en
favor de Silvio Berlusconi y Franco Macri
“Yo ya había dejado el gobierno y había vuelto a
mi consultorio cuando Moldes vino con una valija de dólares a intentar
coimearme. Cuento esto para que los jóvenes sepan de dónde vienen estos
personajes que ahora, como delegados de la embajada de los Estados Unidos,
quieren sacar del escenario a la ex presidenta. El juez (Claudio) Bonadio
integraba el mismo grupo”.
Por Nora Veiras
“Es necesario hacer una desratización y
fumigación en el Poder Judicial que está tan corrompido”, dijo Germán Moldes,
el fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional Federal.
El insulto atizó su decisión de volver a apelar
un nuevo rechazo de la Cámara Federal al intento de abrir una causa por la
denuncia contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por
encubrimiento del atentando a la AMIA.
La desmesura del fiscal convenció al médico
Jorge Rachid, ex secretario de prensa durante los primeros meses del gobierno
de Carlos Menem, de contar qué hacía Moldes cuando actuaba como operador del
entonces jefe del bloque peronista en Diputados, José Luis Manzano.
“Yo ya había dejado el gobierno y había vuelto a
mi consultorio cuando Moldes vino con una valija de dólares a intentar
coimearme”, le aseguró Rachid a Página/12
“Cuento esto para que los jóvenes sepan de dónde
vienen estos personajes que ahora, como delegados de la embajada de los Estados
Unidos, quieren sacar del escenario a la ex presidenta.
El juez (Claudio) Bonadio integraba el mismo
grupo”.
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Apenas asumió Menem la presidencia en julio de
1989, Rachid, ex militante de Montoneros, estuvo a cargo de la primera etapa de
la privatización de los canales de televisión 11 y 13.
Los intereses en juego mezclaban al ya poderoso
Héctor Magnetto, de Clarín, y a todos los popes del empresariado nacional y de
los grandes medios del mundo ávidos ante la posibilidad de ampliar el mercado.
“Conmigo se reunieron Rupert Murdoch (dueño de
la cadena Fox), Silvio Berlusconi (empresario de medios que llegaría a ser
primer ministro italiano), la gente de Televisa de México, todos querían
ingresar.
Ted Turner (multimillonario creador de CNN),
inclusive mandó un senador de Estados Unidos a hablar “, recordó.
–¿Cuénteme cómo entra en contacto Germán Moldes
con usted?
–Moldes aparece en escena a partir el intento de
coima de (José Luis) Manzano, quien ya había tenido embates conmigo porque
quería traer a Berlusconi a través de Franco Macri para quedarse con Canal 11.
–¿Qué le había propuesto Manzano?
–En una reunión, Manzano me pide hablar y me
dice que acababa de volver de Italia con Franco Macri.
Me propone un ofrecimiento de participación para
mí y para el presidente del 33 por ciento de las acciones de canal 11 si se lo
adjudicábamos a Berlusconi a través de Macri.
Se lo cuento a Menem con la decisión de irme si
decía que sí. Menem rechazó la oferta y ratificó que los canales debían ser
manejados por capitales nacionales.
A los pocos días en una reunión de gabinete, en
la que estaban todos los ministros, secretarios, el vicepresidente, más los
jefes de Diputados y Senadores, Menem se queja y me pide explicaciones por las
denuncias de corrupción que aparecían en la prensa.
Yo le digo que la corrupción “la tenemos sentada
en esta mesa, se llama José Luis Manzano y está frente a mi, y usted sabe por
qué se lo digo”.
Manzano empieza a gritar y Duhalde dice en voz
alta: “Presidente, en el Congreso se comenta que el doctor Manzano roba para la
corona.”
Por primera vez escucho esa frase, Menem se
levanta y se va en medio del escándalo.
–¿Usted sigue en el gobierno?
–Esa misma tarde le planteé a Menem la necesidad
de mi renuncia, era diciembre del ‘89.
Me pide que me quede porque estaba renunciando
Néstor Rapanelli, ministro de Economía, en medio de una disparada del dólar.
Me quedé unos veinte días más.
Me ofreció que me fuera de embajador a Panamá
pero no acepté nada, volví a mi consultorio de médico y es ahí donde aparece
Moldes que en esa época era jefe de asesores de Manzano en Diputados.
–Si usted ya estaba fuera del gobierno, los
canales se habían privatizado, por qué vuelve Manzano.
–A los dos o tres meses me llamó Eduardo Menem
diciéndome que Manzano quería hablar conmigo.
Yo era secretario del Consejo del PJ.
Resulta que había salido una nota en la revista
Confirmado, ilustrada con mi cara, en la que se contaba todo el tema de
Manzano, Macri y Berlusconi.
Me encuentro con Manzano, Moldes y (Juan Carlos)
El Chueco Mazzón, que era el jefe de ellos, y muy amables me dicen que sabían
que no había sido yo el que lo había contado pero que sería muy importante que
hiciera una carta desmintiendo esa nota y me amenazan con que si no lo hacía me
podrían acusar por no haberlo denunciado.
Les digo que no acostumbro a desmentir lo que es
cierto y, además, que la denuncia la hice yo en el pleno de la reunión de
gabinete, estaban el presidente, el vice, los ministros.
“Fue una denuncia pública en la que dije que me
quisiste coimear”, le repetí a Manzano.
Terminó todo mal.
–¿Qué pasó después?
–A los dos o tres días apareció Moldes en mi
consultorio en la calle Esmeralda, entre Santa Fe y Marcelo T. de Alvear.
Le pido a un amigo que se quede, él también
estaba acompañado por alguien a quien no conocía.
Me dice algo así como “te traigo esta guita –y
muestra la valija con dólares– para que hagas la nota y te dejes de joder
Turco”.
No sé cómo decirlo… terminó muy mal la reunión.
–¿Por qué lo cuenta tantos años después?
–Me parece escandaloso que aparezcan estos tipos
de personajes haciéndose los impolutos, que encabecen esta campaña de
denigración de la política y de persecución a Cristina Kirchner y a los jueces
y fiscales que no fallan como ellos quieren.
Denunciarlos no es sólo un acto de militancia,
es un mensaje para que los compañeros sepan quiénes son.
La historia de Manzano figura en varios libros
que cuentan el proceso de la privatización de los canales.
La historia de El Chueco Mazzón, Moldes y
Manzano se resignifica ahora porque es la muestra de la denigración de la
política. Son los tipos que cambian utopías por dinero.
Moldes estuvo preso en el ‘76, son tipos que
arriesgaron la vida en un proceso de liberación y llegan a esto, ofenden la
memoria de nuestros compañeros muertos y desaparecidos.
Como Menem, son los tipos que nos traicionaron.
Mazzón, en esa época, creó la Comisión de Acción
Política, ahí recala también Julio Bárbaro, que es titular del Comfer con
Néstor Kirchner, son los tipos que le cambian la cara a la política del
peronismo.
Cuando a Manzano lo ponen de ministro del
Interior comenzó una persecución constante contra mí.
Llamaban a mi casa mujeres y les decían a mis
hijas, de 8 o 9 años, que yo vaya a reconocer los hijos que tenía con ellas;
dejaban paquetes amenazantes en la ventana de mi casa; una vez dejaron un
pedazo de carne chorreando sangre con una vela roja.
Para comprarme me mandaron la jubilación de
privilegio y la rechacé.
Volví a concursar para trabajar de médico, me
refugié en la Corriente Nacional de los Trabajadores del Movimiento de
Trabajadores Argentinos (MTA).
Seguramente van a empezar otra campaña de
persecución, intentar alguna represalia, pero uno a esta altura del campeonato
ya no intenta cosechar, sólo sembrar.
–¿Por qué no lo denunció en su momento?
–Porque era la palabra de Manzano contra la mía.
Cuando en esos primeros seis meses del gobierno de Menem vi la corrupción y los
manejos me fui.
–¿Volvió a tener contacto con ellos?
–Nunca más los vi: ni a Menem ni a Manzano, ni a
Moldes, ni a Mazzón que estuvo con Kirchner porque lo conocía desde la época de
la gobernación.
Moldes, cuando Manzano pasó a ser ministro del
Interior, fue primero subsecretario de Coordinación y después de Población.
Cuando llegó Carlos Corach a él lo nombran
fiscal y después lo ascienden a fiscal general, todo a dedo.
A Claudio Bonadio, que era secretario de Corach
en Interior, lo designan juez.
Manzano se fue a Estados Unidos y con la plata
del cubano anticastrista Jorge Mas Canosa, que era la plata de la droga con el
amparo de la DEA, vuelve a la Argentina y compra con Vila los medios de
Mendoza, Rosario y América TV.
Estos son los agentes de la embajada de los
Estados Unidos que ya cuando fracasó el ALCA decidieron que no podrían
afianzarse los procesos populares en América Latina.
Son los mismos intereses que quieren impedir que
Lula sea candidato y se juegan a destruir a Cristina Kirchner.
Son los mismos intereses que tienen presa a
Milagro Sala porque temen que con su lucha pueda poner en riesgo las reservas
de litio de Jujuy.