Oliver Stone sigue peleando duro. Ahora, con
‘Snowden’, denuncia el sistema de vigilancia global que ha creado Obama y que
“es mayor que el de la Stasi en la Alemania Oriental”. El veterano cineasta
presentó su película en el Festival de San Sebastián, donde pidió a la gente
que estuviera “alerta”.
BEGOÑA PIÑA
@begonapina
MADRID.- Oliver Stone, uno de los pesos pesados
del cine americano, sigue peleando duro. Primero fueron las guerras -por
supuesto, Vietnam, donde él mismo luchó-, la brutalidad de los sistemas
penitenciarios, la ambición de Wall Street, los atentados del 11-S, la
bestialidad del narcotráfico y sus consecuencias, las largas entrevistas con el
entonces enemigo número uno de EEUU, Fidel Castro, el remate con la serie de
televisión ‘La Historia no contada de los EEUU’ y ahora el caso Snowden y el
sistema ilegal de vigilancia mundial implantado por el gobierno de su país, al
que él mismo compara con el nazismo.
“En 1993, los nazis dijeron a los alemanes que
estaban allí para protegerles y les pidieron a cambio lealtad. Eso es
peligrosísimo. Hay que tener mucho cuidado con los fascistas y los estados
totalitarios. Yo no quiero ese tipo de protección. En nombre del terrorismo no
se pueden cambiar las reglas ni limitar los derechos civiles. Eso es lo que se
hace cuando se ataca a la privacidad de la gente. Hay que estar alerta y luchar
por la libertad con uñas y dientes”, lanzó el veterano cineasta en la
presentación en el Festival de San Sebastián de su nueva película ‘Snowden’.
Un filme que es un intento por su parte de
“hacer entender a la gente esta situación, porque no son conscientes de que
vivimos en un estado policial inédito en la historia. El presidente Obama ha
creado un sistema de vigilancia mayor que el que creó la Stasi de la Alemania
Oriental. Pero es que casi nadie ha sido capaz de entender la magnitud de la
información”, asegura Stone, que añade: “Yo me identifico con Snowden. Luchamos
en las mismas guerras”.
Estado de vigilancia global
“El problema no es el país, que ya no es el que
yo amaba, es el sistema. Y éste ha ido creciendo desde el final de la Segunda
Guerra Mundial hasta llegar a este estado de vigilancia global en el que están
implicados la industria militar, la industria de seguridad y los medios de
comunicación, y que desde el 11-S es gigantesco –dice el director-. Si en EEUU
ganan los demócratas o los republicanos, da lo mismo, el problema es otro. Es
un país de guerra, cuya economía está basada en la industria militar, por eso
tenemos que encontrar enemigos. Si no los encuentra, los inventa”. Entonces
Oliver Stone repasa: el comunismo, Manuel Noriega, el barón de la droga, ‘el
nuevo Hitler’; Hussein, un monstruo; Gadafi… nunca se termina. “Ahora Putin,
por supuesto. Pero no existe ninguna amenaza real para América”.
Protagonizada por Joseph Gordon-Levitt,
‘Snowden’ cuenta el antes de su salida de la Agencia de Seguridad Americana
(NSA) -de dónde venía, quién era-, y el durante, el proceso en que compartió
con dos periodistas y una cineasta los archivos que había sacado en secreto y
que demostraban que EE.UU. vigilaba indiscriminadamente al mundo entero. El
después lo conocemos. Edward Snowden sigue viviendo refugiado en Rusia, mientras
ninguno de los actuales candidatos a la presidencia en su país defiende un acto
que es, para la inmensa mayoría del planeta, heroico, y para muchos
estadounidenses, “la pelea de un verdadero patriota”.
"También podemos combatir con películas y
periodismo"
Con un guion escrito en colaboración con Kieran
Fitzgerald, un texto que estuvo encriptado para impedir las filtraciones,
Oliver Stone también blindó los teléfonos de todo el equipo de producción para
que nadie pudiera seguir sus pistas ni sus conversaciones con Snowden o con los
periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill, y la cineasta Laura Poitras
(autora del documental ‘Citizenfour’ sobre este caso y con el que ganó el
Oscar). Ésta, con la que se reunió en una “enorme convención de hackers en 2012
en Las Vegas”, fue la única que no quiso colaborar en la película.
Después de este trabajo y de todo el proceso de
investigación que ha supuesto, es el mismo cineasta el que propone que
utilicemos la encriptación en nuestras comunicaciones, “aunque tarde o temprano
la Agencia de Seguridad Americana (NSA) acabará descifrándola. También podemos
combatir la vigilancia ilegal con películas, con libros, desde el periodismo...
Incluso votando, supongo”.
“Y nosotros en esta película no hemos querido
retratar a un héroe o a un traidor –asegura Oliver Stone-. Nos hemos limitado a
contar lo que pasó, que fue que un hombre se fue de la Agencia de Seguridad
Nacional. Eso no es nada fácil. Desde los años 60 sólo han hecho lo mismo tres
personas. Desde que empezamos a planear la película nos reunimos con Snowden
cuatro veces. Me pareció siempre un hombre sin fisuras, con las ideas muy
claras y perfectamente convencido de lo que hacía. No voy a inventar defectos
donde no los vi".
Fuente: Público.es