Leonel Fernández, José Luis Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y el nuncio Emil Paul Tscherring, acompañantes en la mesa de diálogo.
Para el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, el diálogo es la única vía para dirimir las diferencias.
La Secretaría General de las Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) emitió un comunicado este lunes en el que hizo un llamado a todos los venezolanos para través del diálogo buscar “la solución de las diferencias que hoy los tienen enfrentados”.
“Sabemos que el diálogo es el camino que
producirá mayores beneficios políticos con menores costos sociales y en menor
tiempo, insistimos en él para superar los problemas que aquejan hoy a Venezuela”,
agrega el comunicado.
Declaración del Secretario General de UNASUR- Ex
Presidente Ernesto Samper Pizano sobre la situación de Venezuela.
La decisión del Consejo Nacional Electoral de
suspender, siguiendo las decisiones jurídicas de varios Tribunales Regionales
de Justicia, el proceso de recolección del 20% de manifestaciones de voluntad
para una posible activación del referendo revocatorio que estaba en curso, ha
causado una explicable frustración en muchos ciudadanos que veían en el mismo
una salida constitucional a la crisis política. Otros venezolanos han manifestado, frente a éste hecho, su
legítimo respaldo al gobierno y su proyecto de cambio. El resultado de éstas
diferencias no puede ser, en ningún caso, el aumento de la polarización y mucho
menos, el regreso de la violencia a las calles. Al contrario, hoy más que
nunca, tiene sentido el llamado a todos los venezolanos para buscar, a través
del diálogo, la solución de las diferencias que hoy los tienen enfrentados,
como lo han entendido dentro de la iniciativa de UNASUR, los representantes del
Gobierno y la oposición en el día de hoy, al convocar la primera reunión
plenaria del diálogo el próximo 30 de octubre de 2016.
Agradezco, en nombre de UNASUR, la tarea que han
venido cumpliendo en la búsqueda difícil y compleja de este espacio los ex presidentes Leonel Fernández, José
Luis Rodríguez Zapatero y Martin Torrijos y doy la bienvenida al Nuncio Emil
Paul Tscherring, enviado especial del Papá Francisco quien se integró desde el
pasado fin de semana a este equipo de buena voluntad cuyo propósito es sembrar
la paz en Venezuela. Agradezco también el respaldo que ha recibido éste empeño por parte del Secretario General de
las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Vaticano, entre otros y, por
supuesto, el de los Cancilleres de UNASUR que abrieron las puertas para estas
gestiones desde febrero del 2014 .
En los meses que llevamos trabajando en la
construcción de éste escenario de conciliación, se han obtenido resultados
importantes como la generación de espacios de confianza entre los actores
políticos y la selección de temas que
podrían ser parte de la Agenda de esta Mesa como la Comisión de Verdad y
Justicia propuesta por el Presidente de la República, la discusión, inaplazable
a la luz de los últimos acontecimientos, sobre el funcionamiento constitucional
de poderes, la necesidad de acordar una agenda electoral y adoptar de forma
inmediata importantes medidas
económicas de alivio social . También, la creación de una Comisión de Garantías
que hemos propuesto para buscar soluciones institucionales y permanentes de los
casos que puedan afectar el libre ejercicio del debate democrático.
Porque sabemos que el diálogo es el camino que
producirá mayores beneficios políticos con menores costos sociales y en menor
tiempo, insistimos en él para superar los problemas que aquejan hoy a
Venezuela. En UNASUR somos conscientes de que las crisis políticas no se
resuelven con menos sino con más democracia y que la legalidad debe ir siempre
de la mano de la legitimidad.
Quiero terminar esta declaración haciendo una
evocación de lo que hoy está aconteciendo en Colombia, mi país. Después de
cincuenta años de enfrentamiento armado y 280.000 víctimas mortales estamos
asomándonos a la paz. El proceso de
diálogo y negociación en la Habana no
ha sido fácil. Ha demandado dosis ingentes de perdón y tolerancia frente al dolor
del pasado y las ansias de venganza del futuro. Porque conozco la vocación
pacifista de los venezolanos pienso que
tambièn ellos, sin renunciar a sus pretensiones de cambio, pueden recorrer su
propio camino de reconciliación. Para hacerlo, contaràn con nosotros.
Quito, Octubre
24 del 2016.