Desde aquel 20 de diciembre, ya nada sería
igual. Apenas tenía 16 años y alguna que otra movilización encima, pero los que
vivimos aquella jornada no lo dudamos jamás, sabíamos que ese día no era uno
más. El estado de sitio decretado por el presidente De la Rúa, luego de todo un
día de saqueos fogoneados desde el PJ pero protagonizados por un pueblo
hambriento que desde hacía años ya no se dejaba ocultar, fue el detonante de la
bronca acumulada luego de años de resistencia. De a cientos salíamos a la calle
la noche del 19, algunos quedaban en las esquinas de los barrios prendiendo
fuego basura y otros nos agolpábamos en las avenidas, era una marea humana que
avanzaba a Congreso y luego a Plaza de Mayo. Allí nos recibió la policía a
gases lacrimógenos y balas de goma, dando inicio a una batalla que duraría
hasta largas horas de la noche y se reiniciaría al otro día hasta que por la
tarde el helicóptero se llevase al renunciante presidente, sin antes dejar
decenas de los nuestros muertos tirados por las calles. Por primera vez, había
visto a la policía retroceder, una y otra vez, esa imagen quedo grabada en mi
conciencia y me acompaña desde aquellos días la certeza de que cuando un pueblo
se decide a avanzar nada lo puede detener.
Aquellas jornadas, representaron el fin del
modelo neoliberal noventista. Este proceso abarcó a casi toda la región sudamericana
con distintas manifestaciones. En nuestro país, el estallido social fue el
resultado de años de resistencia, el movimiento de desocupados fue el gran
protagonista. Retomando el histórico método del piquete, los marginados del
sistema ponían en las rutas lo único que les quedaba, su cuerpo. Y así ganaron
notoriedad los pueblos de Cutral Co, Tartagal, Matanza y tantos otros. La
consigna “piquete y cacerolas, la lucha es una sola” que agitábamos en los días
posteriores al estallido y que se hacía eco en el pueblo movilizado, fue la
expresión de deseo de trazar un camino común entre la vieja y la nueva
resistencia, entre el pueblo humilde y los sectores medios, entre el movimiento
piquetero y el asambleario que formamos tras la rebelión. Claro que también
confluyeron aquel 19 y 20 otras resistencias, como el santiagazo y las grandes
puebladas del interior del país, los jubilados de Norma Pla y los miércoles,
los estudiantes que defendimos la gratuidad de la escuela pública y que
desplazamos de nuestras organizaciones a la cómplice Franja Morada, los
ferroviarios y petroleros que lucharon contra las privatizaciones, los docentes
y los estatales que enfrentaron la precariedad, los ahorristas estafados y
tantas otras.
El sistema vivió una crisis orgánica en términos
de Gramsci, la clase dominante perdió el consenso, el grito común de “que se
vayan todos” fue la expresión más clara de ello. Sin embargo, los dominados no
supimos construir un proyecto común capaz de oponérsele. El kirchnerismo
tomaría varias banderas de aquellos días otorgando distintas conquistas
sociales, se encargaría de reconstruir el consenso del sistema sin alterar su
estructura económica dependiente ni construir herramientas que empoderen al pueblo
movilizado.
En estos tiempos de nuevas derechas, se ha abierto
un nuevo ciclo político en la región al cual no le caben viejas
categorizaciones. Los derechos conquistados se encuentran amenazados y la
resistencia vuelve a ser protagonizada por el sector que en aquellos días como
en la actualidad ha demostrado ser el más dinámico de la clase trabajadora que
son los marginados del sistema. Estos marginados, viejos desocupados que
tuvieron que reinventarse para sobrevivir, hoy se reconocen como trabajadores y
trabajadoras de la economía popular y ya no parten de cero, cuentan con una
experiencia acumulada de más 20 años de lucha. Por eso recordar a quince años
aquel 19 y 20 de diciembre del 2001, es un ejercicio necesario para repensar
los límites del pasado, tener presentes aquellos sueños y construir el camino
para hacerlos realidad.
Fuente: Revista Venceremos | Resumen Latinoamericano | Diciembre 20,2016
Fuente: Revista Venceremos | Resumen Latinoamericano | Diciembre 20,2016