Así lo revela un informe de la justicia de
Alemania. La firma BF Corporation SA realizó movimientos sospechosos a solo 6
días de las elecciones. La empresa de los Macri ordenó transferir sus fondos a
Suiza y destruir documentación.
Una firma off shore vinculada a dos hermanos de
Mauricio Macri que operaba en Alemania realizó movimientos sospechosos seis
días antes de la primera vuelta electoral de 2015: ordenó transferir sus fondos
de Alemania a Suiza y destruir la documentación que pudiera conducir a los
verdaderos dueños del dinero.
Nota relacionada
Esta documentación aparece hoy en diferentes
notas que publican varios medios argentinos.
En la información enviada por la fiscalía de
Hamburgo, Alemania, a la Justicia argentina, y a la que accedió PERFIL, tanto
para los alemanes como para los investigadores locales del caso Panamá Papers,
estos movimiento de firma BF Corporation son indicios de que el origen del
dinero sería “opaco” y posiblemente “ilícito”, según documentos judiciales.
La fiscalía alemana sostiene que Mariano y
Gianfranco Macri, que manejan varias de las empresas del holding familiar,
estarían detrás de la off shore BF Corporation.
En tanto, según publica La Nación, seis días
antes de que se celebrara la primera vuelta electoral de 2015, una sociedad
offshore vinculada a dos hermanos del entonces candidato presidencial Mauricio
Macri comenzó a encender las alarmas alemanas.
Así surge de la documentación que envió la
Fiscalía de Hamburgo a la Argentina, y el análisis posterior de la Procuración
de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), cuyas copias obtuvo
LA NACION.
Gianfranco y Mariano Macri quedaron bajo la lupa
germana cuando la firma BF Corporation, constituida en Panamá, le requirió el
19 de octubre de 2015 al banco UBS Deutschland AG que procediera al cierre
inmediato de su cuenta y transfiriera los fondos remanentes a otra cuenta en
Ginebra, en el banco J. Safra Sarasin.
Según surge de esa documentación, los apoderados
de BF Corporation -creada por el bufete panameño Mossack Fonseca y operada por
el estudio contable uruguayo Lussich- fueron más lejos.
Le pidieron al UBS "destruir toda la
correspondencia" que pudiera perdurar en sus archivos.
Fuente: Diario
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