Las dictaduras del Conor Sur en los 70 usaban
guerra psicológica y propaganda mediática para difundir mentiras sobre grupos
de izquierda.
Las dictaduras del Conor Sur en los 70 usaban
guerra psicológica y propaganda mediática para difundir mentiras sobre grupos
de izquierda.
La persecusión, tortura y asesinato de líderes
progresistas en América Latina en los 70 quedó expuesta en documentos
desclasificados de la CIA.
Las operaciones en los años 70 para eliminar a
los líderes de izquierda y organizaciones sociales que se oponían a las
dictaduras del Cono Sur, apoyadas por Estados Unidos, quedaron al descubierto
este lunes en documentos desclasificados de la CIA, revelados por la
administración de Barack Obama.
El pacto regional para acabar con cualquier
subversión se consolidó en 1974, cuando agentes de seguridad de esos países,
excepto Brasil, acordaron establecer canales para facilitar la movilización de
un país a otro de oficiales de seguridad, encargados de asuntos
gubernamentales, revela el documento de la CIA.
Las fuerzas de seguridad de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, intercambiaban información sobre líderes de
izquierda, a quienes catalogaban de "terroristas". El programa
también incluía actividades ilegales fuera de América Latina contra exiliados,
particularmente en Europa.
"Dos prominentes exiliados políticos en
Argentina fueron asesinados en misteriosas circunstancias", dice el
documento. Además, revela que en mayo de 1977 hombres armados asaltaron las
oficinas de la Comisión Católica Argentina sobre Inmigración y robaron los
archivos con información sobre cientos de inmigrantes y refugiados. La Policía
de Argentina no investigó el crimen.
Un mes después 24 refugiados chilenos y
uruguayos fueron secuestrados y torturados. Tras ser liberados, las víctimas
dijeron que sus torturadiores eran oficiales de seguridad de Chile y Uruguay.
También, un grupo de uruguayos fueron retenidos
en Buenos Aires por dos semanas y luego los llevaron a Montevideo en un avión
de Uruguay. Al llegar, los militares les ofreció dejarlos vivir si acordaban
ser "capturados" como si fueran un grupo armado que iba a atentar
contra el país.
El texto señala que los gobiernos del Cono Sur
no escatimaban en dañar a inocentes para eliminar cualquier amenaza subversiva.
Además, la mayoría de estos países tenían Constituciones que les permitía
declarar Estados de sitio, para limitar la libertad de los ciudadanos, u otra
cláusulas de emergencia que les daba el poder de arrestar, detener o censurar.
La Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR),
que se oponía a las dictaduras del Conor Sur, fue uno de los principales objetivos
de la Operación Cóndor.
Los documentos desclasificados catalogan como
medidas "no violentas" el uso de guerra psicológica y propaganda
mediática de las dictaduras para difundir mentiras sobre grupos de izquierda y
así generar miedo en la población para que revelaran cualquier actividad
inusual en sus localidades.