Por Marina Ulloa. Periodista.
Publicado el 26 diciembre, 2016
¿Por qué Carrió no pudo cuestionar la salida de
Prat Gay? ¿Por qué dejó de atacar a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani? ¿Por
qué viaja tanto a los Estados Unidos y a la vuelta hace escala en México? ¿Qué
tienen que ver la AFI y la DEA? Todas las respuestas, en esta nota.
Enrique Santos es el hijo de Carrió: vive en el
estado mexicano de Guadalajara y tiene problemas muy serios con la Justicia del
país que no lo deja cruzar la frontera hasta no saldar los pendientes…
La diputada Elisa Carrió llamó al presidente
Mauricio Macri para decirle que Alfonso Prat Gay estaba bien despedido y que
las designaciones de Luis Caputo y Nicolás Dujovne eran buenas decisiones.
Macri le pidió la renuncia indeclinable y Carrió
le soltó la mano: fue un día negro para el economista, otrora diputado nacional
por la Ciudad de Buenos Aires (2009-2013), electo por el Acuerdo Cívico y
Social (ACyS).
Carrió no pudo decirle a Macri que, en realidad,
estaba en desacuerdo con el despido del funcionario, después de que en meses
pasados haber criticado la violencia del ajuste que estaba llevando a cabo el
Gobierno, con las tarifas por ejemplo.
La diputada defenestra el programa económico de
Macri en su círculo íntimo, pero en público elogia a los coordinadores del
Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que son los comisarios políticos
y económicos en el interior del Gobierno.
¿Pero por qué Carrió no puede ahora levantar la
voz si en octubre denunció a tres funcionarios del ministerio de Energía y
Minería? Hay algo mucho más pesado, que implica al narcotráfico, a su hijo y a
la mismísima DEA.
Enrique Santos es el hijo de Carrió: vive en el
estado mexicano de Guadalajara y tiene problemas muy serios con la Justicia del
país que no lo deja cruzar la frontera hasta no saldar los pendientes.
Santos estuvo preso en la Argentina a mediado de
los años 90 cuando la Policía lo encontró traficando 25 kilos de cocaína de
máxima pureza. Carrió había sido electa diputada nacional por el Chaco en las
elecciones de 1995 y eso la ayudó.
La entonces diputada chaqueña usó sus contactos
con el Superior Tribunal de Justicia del Chaco y sacó a su hijo de la cárcel,
lo subió a un avión y lo envió a Londres con la excusa de que estudiaría arte
escénico.
Ahora, Santos (el hijo de Carrió) volvió a tener
problemas con la Justicia, pero ya en México: lo acusan de ser uno de los
cabecillas de la nueva generación en el sanguinario y millonario cartel de
Jalisco.
En 2010 surgieron en México los cárteles La
Resistencia y Jalisco Nueva Generación, luego de la detención, en octubre de
2009, de Óscar Nava Valencia, sobrino de Luis Valencia, cabeza del Cártel del
Milenio.
El hijo de Carrió es amigo íntimo de Nava
Valencia y, la Justicia investiga, lo ayudó a contener hasta 2012 la revuelta
interna en el cartel. Pero hubo una división y nació Jalisco Nueva Generación,
el nuevo brazo armado utilizado provisionalmente por del cártel de Sinaloa,
para terminar con Los Zetas en Veracruz.
La Justicia mexicana tiene abiertos tres
procesos judiciales en los que está mencionado Enrique Santos, el hijo de
Carrió. Y no se descarta que sea detenido. Por eso, Carrió le pidió ayuda a
Macri.
Ocurre que la Administración para el Control de
Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ya puso su lupa
sobre Santos por envíos decomisados de droga al país del norte, desde
Guadalajara.
No sólo hay venta de drogas ilegales, también
hay procesos abiertos por lavado de dinero por varios cientos de millones de
dólares.
La preocupación de Carrió por su hijo es tan
grande que hasta aceptó el pedido de Macri para dejar de atacar a Gustavo
Arribas y Silvia Majdalani, quienes fueron elegidos por el jefe de Estado para
encabezar la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La AFI está realizando ahora gestiones al más
alto nivel con las autoridades de su par mexicano, el denominado Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para que se frenen los procesos
judiciales contra su hijo Enrique Santos.
Esta situación de desesperación, por la que ya
viajó varias veces a México, llevará a Carrió a ser relegada por Macri. Y al
Presidente le servirá para mantener controlada a la diputada, sin que genere
mayores disgustos en la Casa Rosada con sus denuncias.
Nota: Nac&Pop
Título original: Carrió, la DEA y Macri: ¿Qué pasa?