Fernando Buen Abad : ¿Qué queremos? ¿Qué
proponemos?
(Fernando Buen Abad Domínguez(*)) Hace muchos
años incubo la idea de impulsar un proyecto universitario dedicado
exclusivamente a la Filosofía, como aquí se la entiende.
Tal idea nació en Nueva York mientras escribía
mi primera tesis sobre Filosofía de la Imagen y como decía el Ché: “Si no
existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van
perdiendo verificación, van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo
y acaban por ser simplemente un recuerdo.”
Hoy las vueltas del tiempo me hicieron pergeñar
la estructura de una “Universidad de la Filosofía” que, esta vez, naciera libre
de aquellos requisitos, no pocas veces odiosos, que suelen plagar a la vida
académica en Filosofía y que suelen oscilar por ejemplo (según mi experiencia)
entre lo “ideológico” y lo burocrático (de ida y vuelta), con frecuencia,
confundiéndose. Me pasó muchas veces y le pasó a muchos colegas: frenos por
todas partes, exámenes rutinarios, prejuicios teóricos, papeleo inclemente,
petulancias doctorales y decepción galopante. Mala paga. La demagogia “a la
orden del día” alimentada con oportunismo, clientelismo y reformismo. Mucha
palabrería, calidad científica mercenaria, poco diagnóstico sobre las urgencias
individuales y sociales y poca praxis filosófica comprometida con la realidad.
Algo hay que hacer para librar a la Filosofía de ese fardo alienante.
Hay sed de ideas en todo el mundo. La crisis del
sistema dominante en lo económico, lo político, lo cultural y lo social taladra
los rincones más íntimos de la existencia y los pueblos se preguntan con mayor
urgencia qué alternativas concretas hay que construir -cuanto antes- en sus
luchas magníficas para no fallecer sepultados bajo los escombros de un sistema,
decrépito e injusto, que no sabe cómo resolver sus errores, no sabe cómo frenar
la miseria y las hambrunas que ha desatado, no sabe cómo detener el daño a los
ecosistemas ni sabe como esconder los muertos que produce por desnutrición, por
enfermedad o por guerras obscenas (obscenas por guerras y obscenas por
mercantiles). Hay sed de ideas (no inanición de ideas) y nosotros, es decir un
grupo de colegas, nos hemos propuesto crear un vertedero, con lo que tengamos,
con lo que consigamos, con lo que contemos... para intentar saciar, con
herramientas filosóficas, lo que podamos en nuestras condiciones. Estás
invitado.
Ponemos en píe la “Universidad de la Filosofía”.
Tres características y políticas: 1. Es una Universidad dedicada exclusivamente
a la Filosofía y todo lo que se nos ocurra creativa y críticamente –en
colectivo y bajo consenso- que puede significar esto. 2. Es una Universidad en
construcción permanente, portátil, virtual y presencial, a distancia y cercana,
obligada a mantener rigor teórico-metodológico crítico, revolucionario y
científico, en vinculación directa con la realidad de nuestros pueblos y sus
mejores luchas emancipatorias. 3. Es una Universidad libre y mundial, sin
“reconocimiento de validez oficial”, sin burocracia y sin sectarismo. Somos de
los que pensamos que "No se Necesita Licencia para Pensar" y eso no
implica negación dogmática del trabajo que muchas instituciones oficiales hacen
a favor de la Filosofía, aunque si pensamos que no tiene por qué ser el único
formato.
Proponemos otro camino. Ya que decidimos ser una
Universidad que elude el tránsito por esas burocracias que (intoxicadas con
dilaciones por corrupción, por proteccionismo o por persecución ideológica)
acreditan o confieren permisos para pensar, producir y enseñar la Filosofía,
ideamos nuestrosistema propio de “validación” basado en buscar y producir
respuestas concretas a una de las mayores necesidades de la humanidad que
padece a estas horas una crisis mundial de dirección revolucionaria. Con todas
la significaciones que esto implica. Ese es al "alma mater" de la
“Universidad de la Filosofía”.
Dr. Fernando Buen Abad Domínguez