Después de haber visto las imágenes de semejante
brutalidad oficial ejercida contra la comunidad mapuche en Chubut, ya no
resulta exagerado afirmar que se repite la historia, mientras van relanzando la
Campaña del Desierto. Y no, no sobredimensiono mis palabras, para nada. De
hecho, esta semana volvió a ejecutarse la misma política que aplicaba Julio
Argentino Roca: la mentira y la represión más cruel sobre aquellos que
consideran inferiores, aquellos que no consideran "argentinos",
aquellos que no ostentan el “mérito" de vivir en las tierras que habitaron
por siglos. Por Osvaldo Bayer.
A contramano de toda lógica humana, el
capitalismo sigue arrasando a las comunidades originarias, mediante un Estado
manejado por gobiernos que responden incondicionalmente a sus intereses, que
nunca son los intereses del pueblo. Y así, van pasando diversos funcionarios,
uno tras otro, asumiendo el poder con retórica democrática, cuando en realidad
sólo vienen a engordar el capital de los más ricos. Pues en este caso, la bolilla
le cayó en todos los colores de Benetton, que llegó al país para desequilibrar
todavía más la balanza de la igualdad, penetrando en la economía y la política
nacional, a tal punto que las Fuerzas reprimen al servicio de su vergonzosa
empresa.
Nuestros hermanos mapuches han sufrido tres
violentas represiones en menos de dos días y nosotros tenemos la obligación de
gritar frente a estos atropellos inadmisibles e inexplicables. O más bien, muy
fácilmente explicable: lo que ocurrió en la Patagonia demuestra hasta dónde son
capaces de llegar, Mauricio Macri y compañía. ¿Pero cómo contrarrestar esta
ofensiva que parece no mermar? No hay otra opción más que salir a la calle a
luchar por los derechos de nuestros pueblos que, sin duda, son el paradigma de la
resistencia histórica argentina.
Fuente: Red Eco Alternativo