El sociólogo y filósofo polaco falleció hoy en
la ciudad inglesa de Leeds, en cuya universidad trabajaba como profesor emérito
de Sociología desde hace más de treinta años. Su obra se caracterizó por una
visión crítica de la sociedad posmoderna y globalizada. Había nacido en Poznan,
Polonia, en 1925, en el seno de una familia judía.
En 1939 se trasladó a la Unión Soviética huyendo
de los nazis y, más tarde, después de alistarse en el Ejército polaco en el
frente ruso, regresó a su país, donde durante años impartió clases de Filosofía
y Sociología en la Universidad de Varsovia.
A los diecinueve años se afilió al Partido
Comunista, del cual se separó en 1967, después de haber militado durante tres
años en el llamado "ejército interior", la fuerza encargada de
"reprimir el terrorismo en el interior del país".
Durante 15 años sufrió la persecución de los
servicios secretos polacos, fue expulsado de la universidad y proscripto.
Durante una purga antisemita en 1968, tanto él como su esposa, Janina,
perdieron su trabajo en Polonia, y se vieron obligados a exiliarse en Israel,
donde comenzó a impartir clases en la Universidad de Tel Aviv.
Después de ejercer como profesor de Sociología
en Estados Unidos y Canadá, en 1971 se trasladó a Inglaterra, donde ejerció la
docencia.
A lo largo de su carrera como escritor, que
inició en los años cincuenta, desarrolló una sociología crítica y emancipadora
en la que ha tocado temas como las clases sociales, el socialismo, el
Holocausto, la hermenéutica, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo o
la globalización.
Entre sus obras se destacan "La modernidad
líquida" (2004); "Amor líquido: acerca de la fragilidad de los
vínculos humanos" (2005); "Europa, una aventura inacabada"
(2006); "Ética posmoderna" (2006); "Tiempos líquidos"
(2007); "Vida de consumo" (2007), y "Libertad" (2008).
En su último libro, "Vivir con el tiempo
prestado", de 2009, analiza los retos a los que se enfrenta un mundo
globalizado en el que todo, la naturaleza y el propio ser humano, parece
haberse convertido en mercancía y los seres humanos son meros consumidores.
Fuente: Página 12