Cuánta fuerza y cuánta memoria
Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano.
¿Seiscienta mil o más? No hay ojos que alcancen
para contar cuántas mujeres, hombres, jóvenes, adolescentes y niños y niñas
marcharon este viernes por las calles de Buenos Aires y todo el país para
repudiar a los militares de la dictadura de 1976 y de paso señalar como uno de
sus herederos al gobierno actual de Mauricio Macri.
Éramos muchos y muchas, sobraba imaginación en
los carteles que portaba cada uno donde se expresaba el homenaje emotivo a las
y los revolucionarios de los 70, a los y las 30 mil desaparecidos, a esa gesta
rebelde e insurgente que se decidió a tomar los cielos por asalto y sufrió uno
de los grandes genocidios de nuestra historia. Allí estaban junto a todos y
todas las que marchabamos, los pibes que alfabetizaban en las villas y los
secuestraron, los trabajadores de la Ford o Mercedes Benz, y los secuestraron,
al igual que los cañeros de Tucumán y
Salta, las compañeras del magisterio, los curas Palotinos y el Padre Carlos
Mugica, los y las militantes de partidos de izquierda, todos ellos asesinados
por esbirros de la Triple A o del andamiaje militar y policial represivo. No
faltaron en el recorrido de tantas horas de caminata, las y los insurgentes de
las FAP, FAR, Descamisados, Montoneros, ERP, FAL, OCPO, PCML y tantas
organizaciones revolucionarias, que fueron detenidos, torturados, asesinados.
Pero también marcharon muchas de las Madres, Abuelas, HIJOS, hermanas que en
todos estos 40 años mantuvieron la llama encendida de la memoria, y aquellas
que fueron sembradas junto a los árboles de la Plaza.
Además, gracias a algunas pancartas juveniles
pudimos sentirnos más cerca de Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, Daniel Santoro,
Raymundo Gleyzer, Pirí Lugones, y todas y todos los periodistas asesinados por
la dictadura.
Sin embargo, lo que no pudieron matar es la
memoria. Ni los milicos de ayer, ni los “demócratas” que los sucedieron ni
siquiera este presidente que lo intenta por todos los medios. Impresionaba ver
a las columnas mayoritariamente de jóvenes, alegres por estar codo con codo,
incisivos en las consignas y bravíos en el desafío al macrismo gobernante. Tampoco
se ahorraron epítetos dirigidos al ex jefe del ejército Milani, a quien en
grandes estandartes se los tipifica de genocida.
La histórica Plaza de Mayo recibió a todos y
todas durante prácticamente ocho horas y se escucharon todas las voces, primero
la de los organismos de derechos humanos, acompañados por organizaciones
mayoritariamente kirchneristas, y luego una multitud de nucleamientos de
izquierda.
Al final de una jornada inolvidable, quedó la
satisfacción de que somos más de lo que creemos, que si nos uniéramos por
encima de las siglas estaríamos construyendo un germen de poder popular
imparable y que si lo pensamos bien, habría que intentarlo de a poquito.
Siempre en la calle como ahora, con fuerza, con ganas, con alegría, sin olvidar
lo que nos han hecho, sin perdonar y sin reconciliarnos. Huyendo de todos los
posibilismo y propuestas de resignación. Recogiendo el legado de los 30 mil,
para demostrarles que lo de ellos y ellas no fue en vano.
Está en todas y todos nosotros cumplir con ese
desafío.
GALERIA DE FOTOS DE UTOPHIA
Como en todas las marchas Utophia estuvo presente y registró hermosas imágenes de una movilización inolvidable.
Luis Bruschtein, periodista, subdirector del diario Página/12. Perseguido por la dictadura militar debió exiliarse en México y sufrió la desaparición de su padre y tres hermanos.
Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Central durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Alicia Castro ex embajadora ante la República Bolivariana de Venezuela y el Reino Unido y Carlos Tomada ex ministro de Trabajo
Fuente: Resumen Latinoamericano