sábado, 27 de mayo de 2017

Poli le dio un sermón a Macri: el arzobispo dijo que en el país no hay motivos para festejar


En  el Tedeum por el 25 de mayo, el cardenal primado de la Argentina afirmó  que “buena parte de nuestro pueblo no posee igualdad de oportunidades y  carece de lo necesario para una vida digna”. Advirtió también que “la  inequidad genera violencias”.
Para el cardenal Mario Poli “no hay motivos para hacer fiesta patria  cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado, porque no  posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida  digna”. Lo dijo el arzobispo de Buenos Aires al hablar frente al  presidente Mauricio Macri y sus ministros durante la homilía del acto de  acción de gracias por la patria (Tedeum) que se celebró ayer en la  catedral metropolitana. Para el arzobispo “las estadísticas veraces son  buenas, porque nos advierten dónde estamos parados y nos animan a  encarar soluciones” pero no deben hacer perder de vista que “no  obstante, los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias que  sufren la postergación y el desánimo, y eso solo se supera por la  cercanía fraterna y cordial de otro argentino”. Cerrando el mismo  párrafo Poli subrayó que “dolorosamente hemos aprendido en nuestra  historia que la inequidad genera violencias”. Las manifestaciones del cardenal porteño cobran especial  importancia teniendo en cuenta el silencio que mantiene en el último  tiempo la jerarquía eclesiástica sobre la realidad social y política, en  una jornada en la que también se conoció que el papa Francisco hizo  llegar una carta personal a Milagro Sala detenida en Jujuy (ver página  9), y el mismo día en que Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, cuestionó  el número de 30 mil desaparecidos y al oficialismo por criticar el  fallo de la Corte Suprema que aplicó el 2x1 para genocidas. “Es la voz de la Iglesia y la compartimos” dijo el Jefe de  Gabinete, Marcos Peña, tras escuchar al cardenal. “Es un mandato  compartido, no nos podemos olvidar de los más débiles”, subrayó. “Que la  inequidad genera violencia es un dato de la realidad; nosotros siempre  lo hemos planteado, por eso trabajamos todos los días para reducirla.  Después de mucho tiempo de fracasos acumulados como argentinos tenemos  que revelarnos de ese destino que nos agobia y mostrar que tenemos un  futuro lleno de esperanza”, afirmó el ministro coordinador. El Gobierno estaba advertido de que Poli haría alusión a la  situación social en su homilía y en medios eclesiásticos se anticipaba  que así sería dada la molestia del arzobispo porteño con sus colegas  debido a la falta de pronunciamiento del Episcopado respecto de los  problemas que afrontan los sectores más humildes de la población. De  hecho un grupo de obispos propició una declaración pública de la  Conferencia Episcopal reunida en Pilar a comienzos de este mes, sin que  la iniciativa lograra aceptación entre sus pares. 
El cardenal porteño dirigió un llamado directo al Gobierno  cuando señaló en su homilía que “todos aspiramos a políticas de Estado,  que sostengan en el tiempo un desarrollo humano, integral y respetuoso  de la Creación, que se espeja maravillosamente en el territorio  nacional”. No obstante, Poli dijo también que “la solución a nuestros  desafíos internos –algunos lo llaman deuda social interna–, depende  prioritariamente de nosotros, y para eso es conveniente volver a confiar  y apostar a las reservas culturales, morales y espirituales de nuestro  pueblo, como así también a su capacidad de trabajo e ingenio científico,  que unido a la perseverancia en las pruebas, le ha permitido  sobreponerse a tantas promesas incumplidas, fracasos y postergaciones”.
De la ceremonia religiosa además de Macri con su esposa,  Juliana Awada, participaron el presidente de la Corte Suprema de  Justicia, Ricardo Lorenzetti; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el  jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; el diputado  Emilio Monzó; el senador Federico Pinedo y la mayoría de los  integrantes del gabinete nacional. A pocas cuadras de la catedral católica de Buenos Aires  frente al Obelisco un grupo de líderes de iglesias evangélicas se  unieron también para orar por la Patria y, en ese mismo acto,  manifestaron su preocupación porque, contrariando la costumbre  establecida desde hace varios años, el Tedeum presidido por Poli fue  exclusivamente católico, sin intervención ecuménica de ningún tipo. Durante su homilía Poli hizo además un llamado a la  responsabilidad y a la solidaridad colectiva. “Todos podemos ser  portadores de la alegría largamente esperada por los que menos tienen en  la Argentina -dijo- si logramos que la solidaridad de muchos triunfe  sobre la mezquindad de pocos”. Y reforzó su afirmación trayendo a  colación el pasaje bíblico que recuerda al “Dios justo” que “extiende su  misericordia de generación en generación, desplegó la fuerza de su  brazo y dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de  su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y  despidió a los ricos con las manos vacías”.

Fuente: Patria Moreira

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